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La cábula

La poesía no puede existir sin idealismo: Yevgeni Yevtushenko

La poesía no puede existir sin idealismo: Yevgeni Yevtushenko

Lina Zerón

 

Yevgeni Yevtushenko es uno de los más reconocidos poetas contemporáneos rusos, dentro y fuera de su país. Su poesía forma parte de la expresión de un grupo de intelectuales quecuestionó la situación del arte y la sociedad en lo que fuera la URSS. Nació el 18 de julio de 1933 en Zima, Irkutsk.

Los poemas tempranos de Yevtushenko muestran influencia de Vladimir Mayakovsky (Rusia, 1893-1930) y dejan ver su leal- tad al comunismo, pero en algunos trabajos Yevtushenko se convierte en un portavoz para la generación joven post-stalinis- ta, que viaja al extranjero constantemente.

A los 11 años, Yevtushenko pudo trasladarse a Moscú donde entre 1951 y 1954 estudiaría en el Instituto Literario de Moscú. Poco antes, en 1948, acompañó a su padre en expediciones geológicas a Kazakhstan. Su primera obra importante fue "Zima junction" ("Estación Zima"), un poema publicada en 1956 y condenado por el régimen, pues describe la confusión moral de un joven soviético post-stalinista. Pero no ganó fama internacional hasta 1961 con Babi Yar, texto en el que denuncia el exterminio de más de 30 mil judíos ucranianos por parte de los nazis y el antisemitismo soviético de aquellos años. El poema no fue publicado en Rusia sino hasta 1984.

Los herederos de Stalin (1962), publicado probablemente con la aprobación del partido en Pravda, no se imprimió nuevamente sino hasta 1987. Este poema advertía que el stalinismo había sobrevivido a su creador.

Desde los años setenta, Yevgeni Yevtushenko ha estado activo en muchos campos de la cultura, escribiendo novelas, actuando y dirigiendo películas, incluso haciendo fotografías. En 1982 publicó su primera novela intitulada Siberia tierra de bayas y dos años más tarde saldría Ardabiola. Ese mismo año, 1984, apareció el poema "Mamá y la bomba atómica", en el que pone de manifiesto sus convicciones pacifistas. En 1987 fue designado miembro honorario de la Academia Americana de Artes y Ciencias y desde 1990 es vicepresidente de la Pluma Rusa.

Tras un largo periodo de ausencia, Yevtushenko volvió hace poco a Cuba, esta vez para compartir su arte como uno de los protagonistas del XI Festival Internacional de Poesía de La Habana. Las varias presentaciones y lecturas que tuvo durante este encuentro le permitieron restablecer contacto con el público cubano, lo que le llevó a afirmar que desea hacer más perdurable el reencuentro a través de futuras publicaciones. Sobre sus experiencias pasadas y presentes en la isla, comenta el escritor ruso:

-Estoy muy feliz de haber vuelto a Cuba; porque Cuba sobrevivió, sobrevive y, así lo deseo, sobrevivirá. Vine a Cuba por primera vez en 1961 como corresponsal de Pravda. Sin embargo, no era miembro del Partido Comunista, no lo fui nunca. En ese viaje escribí muchos poemas, cerca de 22, que se publicaron en Pravda en momentos muy difíciles para Cuba. No todos son buenos, porque tal vez se escribieron con prisa, fueron reportajes poéticos, pero hay algunos realmente buenos, como "Tres minutos de verdad", dedicado a José Antonio Echevarría. Fue una experiencia estupenda. Cuando volví, mis poemas sobre Cuba eran tan populares que el gran director de cine Kalatozov y el gran director de fotografía Urusievski me invitaron a ser guionista en su película Soy Cuba. Viví un tiempo en Cuba, y por una gran coincidencia me han dado la misma habitación en el hotel Habana Libre, la 1703, en la que estuve un año en aquella época. La película, Soy Cuba, que no fue reconocida cuando salió, ahora se conoce en todos los países y es una de las más queridas por los estudiantes, incluso los estadounidenses y aun mis propios hijos. En el plano de la escritura quisiera regresar al tema de Cuba, pero como novelista. Quisiera escribir una novela sobre la llamada "crisis de octubre", porque ha sido vista de muchas formas entre los cubanos, entre los rusos, entre los estadounidenses.

Otra cosa importante, advierte Yevtushenko, "como en Cuba no se publicaron mis poemas por mucho tiempo, voy a escribir una carta a mi editor mexicano pidiéndole que permita la reedición de mi libro Adiós bandera roja, que circuló con mucho éxito en México, y también de mi novela No mueras antes de morir".

Su participación en Soy Cuba no fue un hecho aislado, como lo atestigua su película Kindergarten, pues ha incursionado en el cine varias veces como guionista y director, manteniéndose siempre consecuente con su espíritu contestatario.

-Los funerales de Stalin salió antes del golpe de Estado, en los últimos días antes del golpe -recuerda-. El pueblo en ese entonces estaba muy dividido, pero ahora muestran la película por televisión nacional cada año el día de la muerte de Stalin. Eso es un reconocimiento, porque ésta es una película muy sincera. No es solamente política, es una biografía. Ahora tengo dos guiones que ya están listos para hacerse. El primero es una película que debe ser realizada en Inglaterra, titulada Doña Quijota; y el segundo en Rusia, sobre la historia del país, es un relato de amor y política. Yo siempre mezclo la política, como en mis poesías. Aunque quisiera hacer más películas, no puedo porque desde hace 12 años escribo una antología que es mi pirámide de Keops. Contendrá diez siglos de poesía rusa. Tres tomos de unas mil 500 páginas cada uno, como una Biblia. Son cerca de 700 poetas, los mejores para cada familia en Rusia. Allí está Ajmátova, es la segunda después de Pushkin, ¡escribió tantos poemas buenos! La tercera también es una mujer: Marina Tsvietáieva, gran poeta. Algunos de sus poemas son pequeños, pero con soluciones de gran poeta. De algunos autores hay un solo poema, pero no de estas dos mujeres: Ajmátova tiene 62 poemas, tan grandes que no puedo dejar de incluirlos. Tengo completa libertad en el tamaño del libro. Aunque estoy cansado... ya veo la luz al final del túnel.

1 comentario

Lina Zerón -

Hola, es un gusto contactar con ustedes.

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Lina Zerón