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La cábula

Réditos

Tiempo de dar. Puntos suspensivos. El título de la fotografía aparece en sección Metro de El imparcial.

En primer plano dos niños desnudos, el varón con la cabeza en rape, la dama con la greña acariciándole la espalda. Al fondo la inocencia observa su mano izquierda por donde entra la manga de la sudadera azul. En la parte derecha de la foto, una señora de peinado pulcro, acomoda la manga de la sudadera.

La familia de la señora Trinidad Ávila recibió ayuda del matrimonio integrado por Lizbeth Badilla y su esposo Gabriel Arturo Molina, quienes llevaron ropa a pequeñas que habitan una casa en la invasión ferrocarril.

En el costado derecho (o izquierdo, depende el color con que se mire) Julián Ortega firma la foto; más abajo: página 2, es el llamado al morbo.

El morbo: publicitar la bondad, agua bendita que tranza El imparcial, es la oferta del espacio disfrazado de nota informativa, es el anzuelo seductor para regocijar a los lectores.

La mercadotecnia mutila el pudor y se trepa al estrado para bailar con la pobreza, un guiño bondadoso y ni quién se le resista. Repartir migajas tiene su premio, reditúa tanto como la sección de sociales, donde la sonrisa se exhibe como elite y poder.

Benditos los pobres que en esta época elevan su potencial para la oferta de anunciantes. Ahora es la ropa que abriga el dorso infantil, mañana la posada, la fiesta, la bolsa de dulces, la piñata atada a la cuerda sujeta del palo de la luz que alumbra el cuarto de cartón.

No hay misericordia para el niño que vive el instante eterno de la sumisión: a posar chamacos marginados, a posar la gratitud del buen samaritano. La caja registradora es urgente. Suena como carcajada. La pobreza reditúa. (c.s.)

 

1 comentario

Carla -

Aflora el lado más humano en este mes. En los once restantes, el más malvado por indiferente.